¿ Qué relación existe entre las clases de música y la educación emocional?

Las palabras tienen un asombroso poder en sí mismas. Las afirmaciones positivas o negativas que se emiten, definen muchas acciones.

Decir cosas buenas o bendecir, desata un caudal de energía positiva que impregna de bienestar y éxito a la persona que la recibe. Ésta se siente estimulada a concretar sus deseos y proyectos, favoreciendo excelentes resultados.

 

Entre tanto, las palabras negativas, despectivas cargadas de frustración resultan desfavorables a quien las recibe, y marcan el rumbo opuesto a triunfo. Tarde o temprano el resultado será una baja estima, desgano y desconfianza, una composición que no colabora demasiado para que la vida sea exitosa.

 

Es importante que puedas cambiar un ambiente viciado con negatividad. Muchas veces llegamos al aula y nos encontramos con personas que se sienten derrotadas, sin importar la edad que tengan.

Cuando esto sucede en mi sala de clases pienso: en un vaso lleno de piedras cuánta agua puede ingresar? Realmente poca, entonces antes de verter el nuevo contenido que generará conocimiento, debo sacar las piedras y liberar el espacio a fin de que la información recibida ingrese plenamente, pueda ser asimilada, comenzando a producir el efecto esperado.

 

Puede ser un ritmo musical que cueste demasiado, un pasaje orquestal que no se afine, una obra que no se pueda llegar a ejecutar a tempo, etc. (en el caso de los músicos), pero aplica en todas las disciplinas y es generando confianza que podemos disipar los bloqueos impiden el desarrollo y crecimiento.

 

Aprende a disipar la negatividad, en tu vida y en quienes te rodean. Es como ir pintando de colores un paisaje en blanco y negro, es como ver la salida del sol en el amanecer.

 

Una herramienta que da resultado es enseñarle a los niños a contrarrestar las palabras negativas que les son dichas.

Enséñales que si alguien le dice: tú no puedes,
en silencio y con calma puede pensar:
-yo sí puedo, soy inteligente y capaz.
Tú eres un perdedor!
-Yo soy ganador y puedo lograr todo lo que me proponga.

 

Recuerda que muchas personas que nos rodean no han recibido estímulos positivos y actúan en consecuencia. Nunca es demasiado tarde para que se produzcan cambios beneficiosos.

 

Las palabras tienen poder creativo, por lo tanto usemos esta maravilla para colaborar con el bienestar de otros y todo aquello nos será retribuido. No nos cansemos de hacer el bien.

 

Prof. Emilce Jacobchuk.

 

2 comentarios

  1. Hacer el bien, nos llena el alma y el corazón de cosas buenas. Eso genera un bienestar que predispone a encontrar lo bueno en cada persona, en cada acción del otro y el círculo de bondad se hecha andar generando cosas bonitas en nuestra vida y en la vida de otros. Sólo un pequeño gesto, una simple palabra, puede hacer la diferencia y llenar de color, de música y de oportunidades la vida de muchos.
    Un cariño enorme Emilce 😍 y a tu maravilloso equipo!!

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