Gestionar: la herramienta vital de la Orquesta.

Todo es posible, pero la paciencia para lograrlo  es imprescindible.

Por lo general un director de proyecto orquestal tiene que tomar la determinación de gestionar. Uno como músico sueña con las partituras que al leerlas suenan a música en la mente, imagina como preparar el ensayo y ensamblar las partes para que el milagro sonoro se produzca.

 

El desafío se presenta cuando al poner en marcha las clases de instrumento, ensayos  seccionales o de orquesta,  encuentra  muchas carencias que se deben resolver para continuar.

 

Esta es una prueba muy compleja, ya que se debe asumir el reto de conseguir los recursos necesarios para que el sistema se ponga en marcha o continúe.

 

¿Cómo asumir el desafío de la gestión?

 

  • Realizar una lista de los problemas observados y las posibles soluciones.
  • Armar una planilla donde poder separar los temas urgentes de los importantes, a resolver.
  • Preparar una agenda de trabajo diaria para lo urgente, semanal para el corto plazo y mensual-anual, para lo importante que no se puede dejar pasar.

 

Al realizar la lista de problemas a resolver es muy posible que te sientas abatido antes de haberla terminado! Pero ese es el momento donde no debes perder el control porque el futuro próspero de un proyecto está en la gestión diaria de las necesidades que van surgiendo.

 

Al comenzar el trabajo de Alas del Viento solo teníamos 7 estudiantes. Pocos alumnos pero no existían recursos. Con el tiempo se fueron incrementando los músicos y fue maravilloso observar el crecimiento, cada etapa fue conllevando nuevos desafíos porque las necesidades también fueron creciendo. Instrumentos, partituras, arreglos musicales, reparaciones de instrumentos, compra de instrumentos para nuevas filas, transporte para los alumnos, edificio para dictar clases, etc.

 

El crecimiento es hermoso y nos propone desafíos. La propuesta es ordenar, organizar  tareas y  resolver  problemas.

La GESTIÓN es la base del éxito y permanencia en el futuro.

 

No olvides que Dios está a tu lado para ayudarte.

 

Con todo mi cariño,

Prof. Emilce Jacobchuk.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Forma parte de nuestra

visión