¿Recuerdas la serie animada El Inspector Gadget?
Cuando era pequeña miraba una caricatura, o dibujo animado en el que el personaje principal era: El Inspector Gadget.
El, tenía una serie de dispositivos muy interesantes. Me llamaba la atención que de su mochila podían salir infinidades de cosas, y la capacidad de ese receptáculo… era interminable!!!
Muchas veces percibo que los seres humanos somos como esa mochila. Llevamos muchísimas cosas dentro de nosotros. Si no tenemos hecho un trabajo de ordenamiento en nuestra interioridad, sale lo peor de nosotros en los mejores momentos y echamos a perder las cosas buenas que nos van pasando. Lo peor, es que lo repetimos una y otra vez!
Es sumamente importante tomar tiempo para conocernos de manera consiente, y así poder ordenar nuestra vida emocional. Esto lo podemos lograr a través de distintas terapias, y de relacionarnos con la fuente de la Sabiduría que es Dios.
Como docentes que estamos al frente de diversos grupos, aspiramos poder tener la capacidad de motivar y ayudar a las personas a desarrollar su potencial. Debemos ser cautelosos, de que nuestras frustraciones no sean proyectadas en los alumnos que tenemos a cargo.
- Tengamos palabras de aliento cuando el estudiante, no logra ejecutar una obra musical con solvencia aún.
- Cuidemos el ambiente de clases, a fin que nadie haga Bullying.
- Seamos pacientes con aquellos que tienen dificultades.
- Ayudemos a los exacerbados a desarrollar la humildad.
- Enseñemos a corresponder con eficacia al equipo de trabajo, a la hora de realizar el ensamble musical por ejemplo.
- Que el respeto y la tolerancia sean la bandera de nuestro ambiente académico, a fin de que cada uno pueda ser formado como mejor persona y excelente profesional.
Gracias por tu tiempo,
Prof. Emilce Jacobchuk
2 respuestas
Excelentes reflexiones! Te felicito, Emi y te aliento a que sigas escribiendo! Uno nunca sabe los talentos que tiene, hasta que comienza a usarlos. Abrazo!
Querida Irene, así sucede. Lo importante es comenzar a transitar el camino.
Agradecida, Emilce.