Matices musicales. Muestra de la evolución y riqueza musical.

“Cuando el compositor pensó su obra, pensó en los matices”

 

Los matices musicales son un mundo fascinante y surgen como muestra de la evolución y riqueza musical, la dinámica se puede analizar desde varias miradas, según:

  • La Partitura y la forma de escritura.
  • Los Periodos musicales y las concepciones de la época.
  • Los Instrumentos y su evolución.
  • Los Compositores y su planteo en sus obras.

 

Al mismo tiempo estas miradas están interrelacionadas; recordemos que los Periodos, los Instrumentos, las partituras, los compositores y las concepciones de cada época son parte de este análisis. Aclaración: Los matices agógicos o de tempo son aquellos que indican la velocidad, por lo tanto no los tendremos en cuenta.

 

Los matices son una representación musical, ellos expresan la intensidad, el ímpetu, la energía con la que debemos interpretar una pieza o segmento musical.  Coexisten diferentes grados de intensidad, y su terminología suele ser ambigua y subjetiva.

 

Los matices corresponden a una cualidad del sonido: “la intensidad” popularmente relacionado con la palabra “volumen”.

 

Los matices también nominados académicamente como “dinámica” son producto de la evolución musical, no han existido siempre como los conocemos hoy. En épocas anteriores como el renacimiento musical o en el barroco, el matiz era por capas, es decir, si se quería que sonara más fuerte, sonaban más instrumentos (tutti) y si se quería que sonara más suave, menos instrumentos (soli), estos resultaban como texturas suaves.

 

Fue más adelante (en el clasicismo) cuando se empezaron a utilizar estas indicaciones de matiz en las partituras y obviamente con la llegada del PIANO (pianoforte). Otra irrupción interesante son los reguladores que aparecieron para indicar la intensidad en forma gradual. Estos reguladores y los extremados pianísimos de 5 y 6 “P” son propios del “romanticismo”.

 

La ejecución de la dinámica musical suele ser relativa y subjetiva. Depende del estilo musical o periodo histórico musical al que pertenezca la obra; pero también depende del intérprete. Los matices como forte o piano no tienen un significado matemático ya que son premisas relativas y dependerán de la graduación de dinámicas que se manipule en una obra.

 

La elección y estudio de la obra musical implica la designación de matices, tempo, impronta al ejecutarla, y no solo eso, significa la reconstrucción de la partitura. Hacerlo con pasión, detenimiento y responsabilidad nos posiciona en la categoría de interpretación bien lograda.

 

Cuando el compositor pensó su obra, pensó en lo que la enriquece y le da belleza, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que pensó en los “matices”.

 

Prof. José Gutiérrez

 

 

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