Atravesamos el camino de la vida con una mochila que vamos cargando paso a paso, día a día. Allí guardamos las vivencias, las sonrisas, las penas, nuestros dolores más profundos, alegrías, los duelos no resueltos y mucho
más que si ponemos un minuto de atención podemos enumerar.
Así convivimos con todo lo que nos rodea, pero con nosotros mismos también, y ese es el mayor desafío que tenemos debido a que de uno mismo no hay manera de distanciarse.
¿Hay algo mejor que reconocernos, aceptarnos y mejorar aquello que aún nos molesta, nos duele y nos impide vivir con libertad cada día que tenemos de regalo para transitar?
Estamos rodeados de bondad pero no la llegamos a ver, tenemos salud y no la agradecemos, vivimos en una tierra de abundancia y paz pero a la vez no dimensionamos esa maravillosa posibilidad que nos es dada.
En estos días de Pascua, donde rememoramos el perdón y la redención de Dios para nosotros, tengamos un tiempo para mirar en el equipaje que llevamos y podamos perdonar por todo aquello que no suma sino que más
bien nos resta paz, alegría y plenitud.
Finalmente la vida es un soplo, comienza y termina con una respiración. Inhalemos el perfume de las cosas buenas y exhalemos lo mejor de nosotros en cada paso del diario vivir.
9 respuestas
Maravilloso
Agradecida!
BELLISIMO, GRACIAS
Gracias Iris por leernos!
Emilce.
Hermoso mensaje Emilce.
Gracias!!
Gracias por alentar este trabajo!
Grande Emilce!!! Valiosa inspiración!!!
Gracias por tus palabras de aliento querida Filomena, abrazo enorme. Emilce.
Buenísimo el aporte. Un cordial saludo.