Donde hay Orquesta, hay Esperanza.

Reunimos niños, afinamos instrumentos, enseñamos las partituras, ensamblamos las partes, realizamos ensayos generales y damos conciertos.

A simple vista, esa es la actividad normal de una orquesta infantil.

 

Pero nosotros sabemos que: secamos lágrimas, abrazamos destinos, impulsamos sueños, abrimos caminos, agrandamos brechas, rompemos estructuras elitistas y damos lugar a un mundo mejor.

 

Enriquecer el alma de nuestros músicos, es la meta principal.

 

 

Trazar un horizonte nuevo; donde se rompió el que nuestro alumno transitó hasta hoy.

Nuestra misión es sembrar esperanza y fortalecer los brazos cansados.

 

Aquí estamos, plantados como palmeras en el desierto, resistiendo el viento, el sol, el clima inhóspito, porque somos guías y  brújulas de una nueva generación que nos ha sido encomendada.

 

Somos profesores, talleristas y directores!

 

Aquí estamos y no nos movemos, porque donde «HAY UNA ORQUESTA, HAY ESPERANZA».

 

 

Prof. Emilce Jacobchuk

 

 

 

 

 

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