Al comenzar el ciclo lectivo el director debe tomar decisiones importantes sobre varios temas a fin de hacer crecer la comunidad que tiene a cargo.
La planificación es una especie de brújula que te guía en los momentos más agitados y poco convenientes que toca atravesar generalmente cuando tenemos muchísimas actividades.
Proyectar lo que se quiere hacer en un tiempo determinado, en un espacio concreto y con personas no siempre conocidas o grupos que fluctúan, es un desafío tan grande que de pensar uno va dejando pasar el tiempo, y no siempre se llega a hacer un trabajo a consciencia, más bien se tapan baches con música que en mayor o menor medida le gusta todos, y de ese modo quedan contentos.
Entonces surgen las dudas sobre qué hacer, ¡cómo seguir!
Es el momento de comenzar a buscar arreglos, versiones que se adapten a nuestro grupo, si hay algo original que podamos abordar mejor, y así el repertorio se vuelve en vez de una brújula, un diario mojado que no podemos organizar con solvencia.
Una herramienta que te voy a dejar hoy para elegir el repertorio para tu orquesta infantil, Infanto juvenil o de adultos, es pensar: qué quiero enseñar, que debemos aprender, sí es una obviedad lo que planteo.
Pero cuando tomas la secuencia de contenidos, los temas teóricos que aún no se conocen o si se conocen están flojos a la hora de resolver a primera vista la partitura, ritmos nuevos, sonidos incómodos de tocar hasta el momento, dinámicas súbitas o largos crescendo que nunca trabajaste con el grupo en cuestión, y ni hablar de incursionar en nuevas tonalidades, ahí aparece la hoja de ruta para tomas las mejores decisiones.
Cuando realizo mentorías y surge este tema específicamente, de cómo elegir el repertorio, qué obras escoger, la primera pregunta es: ¿Qué quieres que los músicos a tu cargo aprendan?
Si éste es tu planteo ahora, toma papel y lápiz que juntos haremos un bosquejo: escribe los ritmos quieres que los alumnos aprendan (organización nueva de las figuras, síncopas, tipos de compases, etc.), la tonalidad que necesitas trabajar, una conocida para afianzar o nueva para aprender y acrecer.
La tonalidad nueva requiere tiempo para ser internalizada, no solo la realización de la escala en el instrumento, sino hacer que se puedan reconocer las funciones tonales a fin de que la resolución de frases, la afinación y la interválica abordada sean lo más acertadas posibles a la hora de trabajar la musicalidad de la obra.
Si hablamos de cambio de modo, es importante buscar obras que no solo contengan los grados organizados para ese fin, no dudes en afianzar tu trabajo en la teoría de los afectos (una práctica musical del período barroco que busca representar un afecto a partir de una pieza o sección musical), que puede cooperar mucho para conjugar el campo armónico con las emociones.
El género, la estilística que prefieres abordar y la estética musical a la que accederá tu equipo, también son parámetros valiosos a tener en cuenta.
Una vez que tengas esa lista conformada, comienza a buscar la música que los contenga, o anímate a crear.
También en esta página puedes acceder a diversos arreglos o solicitar nuevos, hechos a la medida de tu orquesta.
2 respuestas
Muchísimas gracias Emilce, siempre clara y concisa.
Siempre estamos para servir.